NOTICIA DIGITAL: MILAGRO Y VICTORIA EN EMPEL


MILAGRO Y VICTORIA EN EMPEL

María Bueno Archaga

Publicado: 14/12/1585 18.39 CEST Actualizado: 14/12/1585 18.39 CEST
Cuadro: el momento en el que se encuentra la Inmaculada




El pasado lunes día 7 de diciembre en Empel, Países Bajos un Tercio Español estaba rodeado. Los enemigos inundan el campamento, pero la intervención de la Inmaculada permite la victoria de los españoles.


El milagro se produjo en Empel. Como ustedes ya saben por crónicas anteriores nuestras tropas están luchando contra los holandeses e ingleses debido a las revueltas en Países Bajos. Varios de los escuadrones del Tercio de Flandes después de duros combates fueron rodeados por los rebeldes. Los protestantes intentan hacer un trato para conseguir vencer y sin tener que exponer a sus tropas a un duro combate contra nuestros bravos solados. El almirante Hollak, líder del bando protestante y conocedor de las tropas con las que tiene que enfrentarse propone a los españoles la rendición con honores, conservando armas y estandarte. Aunque esta parecía la única salida. Con valentía el maestre del tercio español, Blasco Fernández, responde con el apoyo de sus hombres: " los infantes españoles prefieren la muerte a la deshonra, ya hablaremos de capitulación después de muertos".  Ante la respuesta el almirante Hollak aprovechando la circunstancia de que la mayoría del campamento español está debajo del mar, mandó abrir los diques de los ríos. Esto obligo a nuestras tropas a replegarse en el pequeño monte de Empel donde se refugiaron los soldados del Tercio.


El maestre da orden de cavar trincheras y prepararse para el ataque enemigo. El soldado Diego Velasco al cavar golpea algo duro, cuando lo saca se lleva la sorpresa de que es una tabla con la imagen de la Inmaculada Concepción. Inmediatamente se la lleva al maestre. Considerando el hecho como una señal, Blasco Fernández alza la tabla y la muestra a la tropa. A continuación, todos los soldados, como un solo hombre, se arrodillan clavando en el suelo la rodilla derecha y con la mirada baja. Todos al unísono rezan a la Virgen una Salve pidiendo que les proteja y ayude durante el asedio.


Poco después de terminar la oración empieza a soplar un viento del norte y notan cómo el frío es más fuerte. Sufrieron una noche muy dura y no todos la aguantaron. Pero gracias al horrible frío se congelaron las aguas del río y se dieron cuenta que podrían cruzar. Aprovechando la oscuridad de la noche, ya que no había luna, recogieron el campamento y se prepararon para atacar a los protestantes. Apagaron las antorchas para que no se diesen cuenta de que estaban huyendo, pero dejaron los fuegos del campamento encendidos para engañar al enemigo. Pasaron por el hielo y llegaron a los barcos enemigos sin ser descubiertos. Atacaron a la escuadra ganado a los rebeldes. Obtuvieron una victoria tan completa que el almirante Hollak ha dicho: "tal parece que Dios es español al obrar para tan gran milagro". Nuestra majestad el Rey Felipe II en cuanto conoció el milagro y la victoria española solicitó al Papa, Sixto V, que se le concediera a los Tercios Españoles la Inmaculada Concepción como patrona, el Papa ha accedido.
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